Hoy estaba ansiosa por llegar a la clase, ya que
era de maquillaje artístico, y este tema me interesa mucho. Había buscado imágenes
para ver como que tipo de cosas podía hacer, que diseñar, como hacerlo, que
colores ocuparía. Pero llego la clase, y la profe nos dice que olvidemos esas
cosas, y que dejáramos fluir lo que sentíamos en el momento, a través del
maquillaje. Yo lleva algunas cosas, como base, polvo, varios delineadores tanto
de ojos como de labios y de distintos colores, mi espejo y todo, o sea, iba muy
preparada. Aunque en la clase nos hicieron reunirnos en grupos de ocho personas
y por grupo nos fueron facilitando artículos de maquillaje, de colores, y una niña
maquilladora estaba para ayudarnos, nos dio ciertos tips que ayudaron bastante
para poder lograr efectos, y sobre todo en mi caso, esos tips me ayudaron para
que el maquillaje no se me corriera, ni se mezclaran los colores.
Como me suele pasar, no sabía qué hacer en mi
rostro, que dibujar, o que colores utilizar, estuve mucho tiempo pensando en
ello. Y al final decidí tomar un color y empezar a maquillarme (o más bien, a
pintarme, puesto que utilice colores muy prendidos), y así poco a poco fueron
surgieron formas, se fueron combinando colores, y como había dicho la profe, “todo
fue fluyendo de a poco, fluyo lo que estaba sintiendo”.
Utilice colores vivos, como el verde, el
amarillo, azul, que además de ser mis colores favoritos, son colores que según yo,
dan vida, son alegres, dan esa vitalidad que quería representar. No sabría
decir que representa o que es lo que realice en mi rostro, pero si se que es lo
que fluyo de mi, que todo lo creado no fue más que lo que sentía, y eso se
representa también en los colores utilizados.

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